El COVID-19 ha generado muchos problemas en diferentes actividades, pero también ha revelado oportunidades de eficiencia y valor hasta estos momentos poco visibles, un excelente ejemplo es el impacto de la “consulta virtual” en la cadena de atención médica. En la industria farmacéutica, este verdadero sismo, en muy pocos meses provoco el colapso del modelo tradicional de relación con los profesionales de la salud, basado en comunicaciones “presenciales”. Un cambio de esta importancia presenta el desafío de adaptarse, pero esto debe lograrse mediante un replanteamiento estratégico, no solo mediante la adición de soluciones tácticas o coyunturales.